“¿De dónde sacamos la absurda idea que para que los niños se porten bien,
primero hay que hacerlos sentir mal?”
Jane Nelsen
¿Qué es la Disciplina Positiva?
La Disciplina Positiva es un modelo pedagógico que ayuda a entender el comportamiento de los niños/as para acompañarles de una forma positiva y afectiva, a la vez que firme y respetuosa tanto para el infante como para el adulto.
Uno de sus principales objetivos es que los niños/as comprendan y compartan el sentido de las normas y que actúen con libertad, siendo conscientes de que sus actos tienen consecuencias lógicas.
Es un enfoque que no incluye ni la permisividad ni el control excesivo. Ni los premios ni los castigos, puesto que éstos son métodos que funcionan de forma automática en el corto plazo, pero a la larga producen consecuencias negativas para todos. Se basa en el respeto mutuo, la colaboración, el entendimiento, la comunicación, el amor y la empatía para disfrutar de las relaciones.
¿Cuál es el origen de la Disciplina Positiva?
Tiene su origen en la psicología individual de Alfred Adler, médico y psiquiatra austriaco, coetáneo de Freud, que estudió el comportamiento humano. Adler comprendió la importancia de mantener la dignidad y respeto por todas las personas y por supuesto también por los niños/as. Discípulo de Adler fue Rudolf Dreikurs, que escribió un gran número de libros destinados a padres y educadores. A partir de los años 80, Jane Nelsen y Lynn Lott dan un gran impulso a estas teorías, sistematizando, experimentando y divulgando esta forma de educar, comprobando hasta el momento actual los múltiples beneficios que reporta.
¿Qué la diferencia de otras metodologías?
Jane Nelsen en su libro “Cómo educar con firmeza y cariño” establece los cinco criterios que definen la disciplina positiva:
Es amable y firme al mismo tiempo (motivadora y respetuosa)
Provee a padres, madres, maestros y otros líderes de métodos no punitivos para alentar y empoderar a niños/as y adultos, para ayudarles a desarrollar importantes habilidades sociales y de vida (respeto, resolución de conflictos, colaboración, participación, responsabilidad…)
Ayuda a los niños/as a sentir que pertenecen y que son importantes conectando con ellos.
Es eficaz a largo plazo, se centra en la búsqueda de soluciones y ve el error como una oportunidad de aprender.
Alienta a los niños/as para que descubran sus capacidades y tomen conciencia de las mismas (sean autónomos y constructivos)
Beneficios de esta metodología
Estos son sólo algunos de los múltiples beneficios de esta metodología:
Ayuda a los niños/as a tener un sentido de conexión (pertenencia e importancia) lo que revierte en su comportamiento en el día a día.
Es efectiva a largo plazo.
Lleva a los niños/as a descubrir sus capacidades. Alienta el uso constructivo de su poder personal y autonomía.
Ve los errores como oportunidades maravillosas para aprender.
Ayuda a los niños/as a explorar las consecuencias de sus decisiones por medio, por ejemplo, de preguntas de curiosidad.
Se enfoca en las soluciones.
Entrar en el mundo del niño/a, entender que un niño/a “que se porta mal” es un niño/a “desalentado”. Entender la importancia de prestar atención a la creencia que hay detrás del comportamiento.
Entender “tu carta más alta” (tipo de personalidad) y lo que provocas en los niños/as y en los demás.
Fomenta el respeto mutuo.
Asegurarse que el mensaje de amor y de respeto sea recibido (primero la conexión y luego la corrección)
Enseña importantes habilidades sociales y de vida: respeto, preocupación por los demás, solución de problemas y cooperación, así como las habilidades para contribuir en su hogar, su escuela o su comunidad.
¿Dónde y con quien puede aplicarse esta metodología?
Esta metodología está dirigida a:
- Padres y/o madres de familia y a todas las personas involucradas y comprometidas con la educación.
- Profesionales de la educación de todos los niveles educativos y especialidades: directores, orientadores, maestros, profesores, pedagogos, educadores, etc.
- Profesionales de la ayuda: terapeutas, psicólogos, trabajadores sociales, logopedas, terapeutas, etc.
- Educadores en general para aplicar en otros colectivos: animación infantil y juvenil, acompañantes de comedor de escuelas, educación en valores, colectivos con discapacidad física o intelectual, aplicación en otras ramas (psicomotricidad, terapéutica, trabajo social, etc)
Esta metodología puede aplicarse con niños/as, adolescentes, adultos etc…Con cualquier persona de cualquier edad y en cualquier momento.
