«Quizás estés buscando entre las ramas aquello que sólo aparece en las raíces»
Rumi

¿Que es la Pedagogía Sistémica?
La pedagogía sistémica mira la educación como un ecosistema y permite ver la realidad educativa como un todo vinculado a los sistemas familiares, sociales, culturales e históricos y cómo eso influye en los procesos de enseñanza aprendizaje. (Mercé Traveset, 2010)
Es un enfoque basado en las relaciones y vínculos que se generan entre la escuela y las familias, siendo los alumnos el nexo de unión entre estos dos sistemas. Esta perspectiva permite a los profesores ampliar su mirada más allá del alumno/a y comprender que ambos pertenecen a un sistema familiar que se debe incluir en la escuela. Permite describir y entender diferentes tipos y niveles de fenómenos que se suscitan en el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como en los contextos donde éste ocurre: el centro escolar y el hogar.


¿De dónde viene la Pedagogía Sistémica?
La pedagogía sistémica parte de la teoría general de sistemas (Bertalanffy) en la década de 1940, que plantea una idea crucial, todo lo que existe en el universo está conectado entre sí, nada está separado. Explica que el mundo se organiza mediante sistemas y que cada ser forma parte de algo más grande, por tanto todo lo que nos ocurre a nosotros le está ocurriendo también a los que están a nuestro alrededor. Cualquier cosa que ocurre en una parte del mundo o en una parte de nuestro sistema familiar nos está ocurriendo también a nosotros.
Así mismo, introduce el binomio orden/desorden como elemento propio de los sistemas. La convivencia de cualquier sistema depende de que cada elemento que lo integra este ordenado, es decir, ubicado en su lugar y realizando las funciones que le corresponden, así el sistema estará en armonía y será posible la convivencia de manera fluida. Cada sistema tiene sus propias leyes, conocerlas supone una gran ayuda, ya que dichas leyes actúan, con independencia de que las conozcamos o no.
A partir de la teoría general de sistemas se crea una fuente para muchos pensadores, terapeutas, psicólogos y filósofos que basan sus tesis en este concepto. Es Bert Hellinger quien aporta una nueva visión a través de su modelo de las constelaciones familiares y profundiza en las dinámicas que se establecen en los sistemas. El encuentro en 1999 entre éste y Angélica Olvera produce la síntesis de lo que ahora conocemos como “Pedagogía Sistémica CUDEC con el enfoque de Bert Hellinger”.
¿Qué lo diferencia de otras metodologías?
Estos son algunos de los aspectos que la diferencian de otras metodologías:
Requiere mirar a todos los elementos y sistemas que conforman la educación (escuela, autoridades educativas, equipos directivos, docentes con sus sistemas familiares, alumnos con sus sistemas familiares, otros colaboradores etc…).
Mirada Sistémica: se trata del reconocimiento del alumnado como parte de un sistema familiar, prioritario a cualquier otro sistema. La escuela debe entenderse como un sistema donde se interrelacionan las partes.
Es una pedagogía multicultural, incluyente de contextos culturales, sociales y familiares en la que cada alumno y cada docente llevan a su familia y cultura en sí mismos. Se mira esta riqueza y complejidad, respetándola y conviviendo con ella.
Aporta soluciones para resolver problemas de relación, de aprendizaje y de conducta. La sensibilidad y firmeza se convierten en ejes fundamentales en la educación.
Respeto a la autenticidad de cada persona. Reconocer quien es cada uno y actuar consecuentemente con ello. La fuerza se logra cuando se es leal a la esencia de cada ser humano.
de la relación familia-escuela. Todo el grupo de profesionales precisa conocer que se trabaja con los padres y madres del alumnado y agradecer que los padres y madres confíen en el centro educativo como agente educacional. Generar un lugar de comunicación y confianza que genere un puente que nos permita estar cercanos los unos a los otros
El trabajo en equipo. La necesidad de construir una interacción en los equipos que permita que cada cual, desde el lugar en el que está trabajando, ponga su tarea al servicio de algo más grande.
El maestro es la figura intermedia entre el alumnado y el aprendizaje. Es de vital importancia lo que el educador lleva al aula. Lla alegría del maestro, la alegría por vivir, y para ello el educador tiene que conectar con esa parte en su vida.
Capacidad de aceptar que la vida cambia y todo muere. Por ello se precisa aprender a adaptarnos a los cambios, con el objetivo de seguir siendo quienes somos y ocupando el lugar correspondiente.
Contextualización y ubicación, saber dónde estamos y dónde tenemos que estar. Como dice Amparo La Moneda “cada uno en su lugar para poder educar”
La mirada hacia el desarrollo de las inteligencias intrageneracional, intergeneracional y transgeneracional. En el día a día en el aula se dan todas estas relaciones a la vez: cada maestro/a pertenece a una generación y actúa en función de lo vivido; sus alumnos/as pertenecen a la generación contemporánea y responden a unas demandas diferentes en función de su contexto. Pero a su vez, todos ellos pertenecen a una red familiar específica que también tiene sus propias normas y creencias. La Pedagogía Sistémica reconoce todas estas interacciones e incluye y da valor a cada uno de los sistemas y sus dinámicas que operan en la vida escolar.
Beneficios de la Pedagogía Sistémica
Entre los beneficios de esta pedagogía podemos destacar los siguientes:
En Pedagogía Sistémica se amplía la mirada, creando espacio de interacciones respetuosas en el que todos podemos mirar en todas las direcciones.
Es un sistema de trabajo personal y profundo que nos permite ver de manera fácil la naturaleza del problema que estamos atravesando. Se trata de tomar conciencia de la dinámica que hay detrás de la situación que estamos viviendo y qué tipo de de movimiento interno se está dando.
Se obtiene un sistema más armónico, en el que cada uno ocupa el lugar que le corresponde, quedando así disponible para lo que le corresponde, incrementando la sensación de paz y estabilidad en todos.
Nos ayuda a estar más presentes en la vida y hacernos más conscientes del valor que tiene la vida que nos ha llegado a través de nuestros padres y que ellos también recibieron de los suyos así por muchas generaciones.
Una de las ventajas más importantes de la pedagogía sistémica es la inclusión. No solo de personas, sino de todo lo que el proceso de aprendizaje implica. Esta metodología es abierta hacia la comunidad, en concreto hacia las familias, de esta forma se da una respuesta real a las necesidades del alumnado.
Enseña a ordenar, aceptar y vincular el amor a la familia, la comunidad y a las normas establecidas en beneficio de todas las generaciones.
Se abre un espacio para la intercomunicación basado en valores, principios morales y el fortalecimiento del contexto educativo, tanto en la escuela como en el hogar.
Los docentes imparten sus conocimientos tomando en cuenta sus realidades y habilidades.
¿Dónde y con quién puede aplicarse esta metodología?
La Pedagogía Sistémica es beneficiosa en casos de:
- Dificultades de aprendizaje o de relación más frecuentes: dislexia, falta de atención, hiperactividad y bullying.
- Situaciones conflictivas en el ámbito escolar, familiar, laboral y/o social.
- Liberar situaciones discordantes con asociaciones, empresas o trabajo.
- Mirar emociones que no comprendemos.
- Conflictos entre los padres y madres y el equipo educativo en la escuela de los hijos/as.
- Conflictos con compañeros de trabajo.
- Profundizar a nivel personal como herramienta de autoconocimiento.
- Conseguir un proceso de enseñanza-aprendizaje en el ámbito escolar más fluido.
- Mejorar la relación con nuestro hijo/a.
- Ganar autoestima en nuestra labor como padres.
Puede aplicarse tanto con los padres, madres, los hijos de cualquier edad, maestros, equipo directivo, orientadores laborales y en definitiva con cualquier persona involucrada en la educación.
La pedagogía sistémica se está aplicando con éxito por docentes y en Centros Educativos de varios países.